Por qué frotar el hocico del perro en el metro de Moscú trae suerte
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Desde 1938, la estación de metro "Ploshchad Revolyutsi" (Plaza de la Revolución ) en Moscú alberga una de las esculturas más queridas y curiosas de la ciudad: El guardafronteras con perro. Esta obra de arte no solo es un testimonio del talento del escultor Matvei Manizer, sino también un símbolo de buena suerte para los pasajeros que transitan por la estación.
La estación fue diseñada por el arquitecto Alexéi Dushkin, es conocida por sus 76 esculturas de bronce que representan a diversos personajes de la vida soviética, desde soldados hasta trabajadores y campesinos.
Entre todas las esculturas, El guardafronteras con perro se destaca por una peculiar tradición. Se dice que frotar el hocico del can trae buena suerte. Esta costumbre comenzó como una broma entre estudiantes universitarios, quienes creían que tocar el hocico les ayudaría a aprobar los exámenes. Con el tiempo, esta práctica se ha convertido en un ritual popular entre los moscovitas y turistas por igual.
La escultura no solo es un amuleto de buena suerte, sino también un reflejo de la historia y cultura rusa. El guardafronteras y su perro representan la vigilancia y protección al pueblo soviético durante una época de gran tensión política. El modelo para esta escultura fue el guardafronteras Nikita Karatsupa y su perro Ingus, quienes fueron héroes nacionales por su eficacia en la protección de los límites del país.