El nacimiento de los Románov: la fundación de una dinastía
HISTORIA
En 1613, Rusia estaba sumida en un período turbulento tras la muerte del último zar de la dinastía Rúrikovich. Las luchas internas, las invasiones extranjeras y la inestabilidad política habían dejado a Rusia en una encrucijada.
En ese contexto, el joven Mijaíl Fiodorovich Románov, de tan solo 16 años, fue coronado como zar de toda Rusia. El evento tuvo lugar en la Catedral del Arcángel Miguel, ubicada en el Kremlin🇷🇺 de Moscú. La multitud reunida en la plaza sostenía la respiración mientras el arzobispo pronunciaba las palabras sagradas y colocaba la corona🇷🇺 sobre la cabeza del nuevo monarca.
Durante los siguientes tres siglos, los Románov gobernarían Rusia🇷🇺 con mano firme, enfrentando desafíos, guerras y transformaciones sociales. Su legado incluye nombres como:
Pedro el Grande (1672-1725): también conocido como Pedro I, transformó Rusia de una nación medieval a un imperio moderno. Fundó San Petersburgo, reformó el ejército, la administración, promovió la educación y la cultura.
Catalina la Grande (1729-1796): Catalina II expandió las fronteras rusas, anexando Crimea y partes de Polonia. Fue una mecena de las artes y las letras, y su reinado se considera la "Era de Oro" de la cultura rusa.
Alejandro I (1777-1825): lideró a Rusia en las guerras napoleónicas y fue un defensor de la Santa Alianza. También promovió reformas internas y la abolición de la servidumbre.
Alejandro II (1818-1881): Conocido como el "zar liberador", emancipó a los siervos en 1861. También modernizó la economía y el sistema judicial.
A lo largo de los años, los Románov enfrentaron intrigas palaciegas, revueltas campesinas y conflictos internacionales, pero su legado perdura como parte integral de la identidad rusa