Cuando los suecos se enfrentaron al poder de Nóvgorod

HISTORIA

La Batalla del Neva es uno de los enfrentamientos más famosos e importante en la historia de la antigua Rusia. Fue durante esta batalla, el 15 de julio de 1240, que se sentaron las bases para la expansión hacia el Báltico, y posterior construcción de la ciudad de San Petersburgo a orillas del golfo de Finlandia.

Los suecos, a bordo de sus barcos de vela y remo, entraron por la desembocadura del río Neva desde el golfo de Finlandia, avanzaron unos 30 km tierra adentro y se detuvieron para descansar en la orilla izquierda, un poco más arriba de la confluencia con el río Izhora. Su objetivo era tomar el control total de la navegación en estos ríos.

Para Nóvgorod, esto suponía una catástrofe económica. En aquellos tiempos, la ruta comercial principal hacia el mar Báltico pasaba por el lago Ilmen, el río Voljov, el lago Ládoga y el Neva. Por lo tanto, incluso sin mostrar una agresión directa hacia la capital de la República de Nóvgorod, Suecia podría haberle causado un daño enorme.

Los suecos pensaron que si Nóvgorod decidía llevar a cabo una operación militar, sería necesariamente desde el lado del Neva. Sin embargo, el príncipe actuó con más inteligencia.

Aunque tenía alrededor de 1.500 hombres capaces de luchar a su disposición, no perdió tiempo y se dirigió inmediatamente hacia los suecos. Pero no por agua, sino por tierra, algo que ellos no esperaban.

Como resultado, la infantería atacó desde el flanco derecho de su campamento, mientras que la caballería lo hizo desde el centro y la izquierda. Así, el enemigo quedó atrapado en una esquina y aislado de sus barcos.

La batalla comenzó por la mañana y prácticamente terminó al anochecer, después de lo cual los derrotados se apretujaron en los barcos restantes y se retiraron. No habrían logrado escapar si no fuera por la misericordia del príncipe ruso, quien, por cierto, luchó como un simple guerrero.

Aunque fue una batalla a pequeña escala, sentó las bases para la unificación de los principados en el Estado ruso, que luego continuó expandiéndose y en el que vivimos hasta hoy.